La importancia de los pequeños detalles

Voluntarios de la Asociación José Guardia viajan a Valencia para echar una mano a diez familias a reparar sus hogares afectados por la dana

Javier Milena  |  5 de febrero de 2025  |  javiermilena@alboloteinformacion.com
Dos de los voluntarios de la asociación durante los trabajos de reparación en uno de los hogares./ Foto AJG
Dos de los voluntarios de la asociación durante los trabajos de reparación en uno de los hogares./ Foto AJG

Dice el refrán ‘haz el bien y no mires a quien’, una máxima que viene como anillo al dedo para hablar de la ‘Asociación José Guardia Necesidades sin Fronteras’, que lo mismo reparte alimentos a familias necesitadas de Albolote que patrocina la construcción de un pozo en África o te monta una verbena para mayores en una residencia. “Somos una asociación del pueblo que trabaja para el pueblo y tocamos muchos palos”, resume el propio Pepe Guardia, miembro fundador del colectivo y del que toma su nombre.

Desde su constitución formal en la cochera de su propia casa de la calle Cubillas de Albolote con motivo de la pandemia del Covid hace ahora cinco años, esta asociación alboloteña, convertida ya formal y legalmente en ONG, ha desarrollado un amplio historial de colaboración y cooperación social con el objetivo de echar una mano allá donde sea necesario en el sentido amplio y literal de la expresión. Hoy por hoy es un colectivo muy activo cuya frase de cabecera es: ‘la persona importante eres tú’.

Uno de los últimos ejemplos lo encontramos en Paiporta, epicentro de la reciente dana de Valencia. Hasta allí se ha desplazado en la semana del 27 al 31 de enero un pequeño equipo de voluntarios de la asociación para trabajar ‘in situ’ y echar una mano en la reconstrucción de sus casas a diez familias, en su mayoría formadas por personas mayores o con algún tipo de discapacidad. “Allí hacen falta muchos pequeños arreglos y tras evaluar la situación gracias a la colaboración de Carmen Vidal, una de nuestras voluntarias que trabaja como terapeuta ocupacional en la zona, decidimos desplazarnos para echar una mano,” relata Guardia.

Voluntarios reparan un zcalo de azulejos en una vivienda./  Foto AJG
Voluntarios reparan un zócalo de azulejos en una vivienda./ Foto AJG

El equipo ha estado formado por el propio Pepe Guardia, Javier Quesada y Jacobo Ramírez, todos ellos vecinos de Albolote con experiencia en oficios como fontanería, carpintería o albañilería, además de la propia Carmen, quien previamente se encargó de seleccionar a las familias objeto de esta ayuda en los municipios de Paiporta, Catarroja y Massanasa. Algunos de estos voluntarios han hecho este viaje a costa de sus días de vacaciones, un gesto que ensalza aún más esta gran labor solidaria.

Pequeños arreglos

En esa intensa semana de arduo trabajo han hecho de todo, desde colocar grifos, reparar tuberías o picar paredes aún llenas de barro, hasta arreglar puertas y muebles. “Hemos ido a arreglar las pequeñas cosas, que también son muy importantes para estas familias porque ahora mismo lo que más falta hace en la zona son profesionales para el arreglo de esos pequeños detalles”. “Ha sido una semana dura en la que hemos llorado, pero también hemos reído y hemos hablado mucho”, resume Guardia.

Es en este último aspecto, el de hablar, es en el que Pepe pone también especial énfasis porque según explica “la gente necesita hablar y contar su historia y nos han abierto las puestas de sus casas con absoluta confianza”. Paradojas de la vida, no todo ha sido malo en esta dana, “la catástrofe también ha servicio para estrechar lazos y hacer comunidad”. Sin ir mas lejos, para su estancia en Paiporta el grupo de Albolote ha sido acogido por una familia de octogenarios en su casa. ¡Buen botón de muestra!

Regresan con gran satisfacción por el trabajo realizado y con la sensación de que la vida en esta zona se está empezando a normalizar, aunque todavía se necesita mucha ayuda, sobre todo de profesionales de muchos campos, incluido el psicológico. “Aquello es como una zona de guerra y aún queda mucha reconstrucción”. “Con nuestra presencia allí hemos querido mover conciencias y demostrar que con muy poquito se puede hacer mucho”.

Los voluntarios, principal activo

En sus declaraciones, Guardia hace especial énfasis en la importancia del papel que juegan los voluntarios de la asociación. “Aquí yo no soy el importante, los importantes son los voluntarios porque son el principal motor del colectivo y sin ellos nada de esto sería posible”. En su corto recorrido histórico el colectivo ha crecido de forma importante casi tanto como los proyectos y actuaciones que lleva a cabo, incontables. Actualmente, cuenta son casi un centenar de voluntarios y socios y aunque la sede social sigue estando en el domicilio familiar de Guardia, disponen desde hace tiempo de un local municipal cedido por el Ayuntamiento en la calle Señorita Sole, que les sirve de base de operaciones.

En sus palabras Pepe Guardia también destaca la importante ayuda que reciben de empresas y particulares, que para el caso concreto de esta actuación en Valencia ha superado los 3.000 euros en aportaciones. “La gente de Albolote es muy solidaria y nos sentimos arrapados por la gente y los comercios del pueblo”, reconoce.

La Asociación tiene abierto su propio perfil en redes sociales como Facebook a través de las cuales ofrece información detallada de sus actividades y actuaciones solidarias así cómo de las cuenteas y la gestión de los fondos y donaciones que recibe

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