Tercer trimestre escolar online

Profesorado, familias y alumnado ante el reto de la enseñanza a distancia

Javier Milena  |  12 de abril de 2020
Las aulas, como esta del colegio Abadía de Albolote, seguirán vacías durante este tercer trimestre. /A.I.
Las aulas, como esta del colegio Abadía de Albolote, seguirán vacías durante este tercer trimestre. /A.I.

En circunstancias normales, el lunes 13 de abril, debería producirse la vuelta a las aulas tras las vacaciones de Semana Santa. No será así debido a la crisis del Covid-19 y muy probablemente será difícil que el alumnado regrese ya este curso a las aulas de forma presencial. Todo dependerá de la evolución de la pandemia. Así las cosas, no queda más remedio que trabajar desde casa, online.

Pasar de la enseñanza presencial a la enseñanza a distancia no está siendo tarea fácil y así lo confirman los representantes de los centros educativos de Albolote con los que hemos contactado. “El proceso no ha sido fácil porque el sistema educativo en general no está preparado para un trasvase tan repentino de un modo de enseñanza a otro”, explica Daniel Guerrero, jefe de estudios del IES Aricel. Esa es la realidad que están viviendo los centros educativos en general, en la que ni el profesorado estaba preparado para un cambio tan drástico ni aun menos las familias y el alumnado.  “Reconvertirse en docentes en este nuevo marco de relaciones ha sido la primera dificultad puesto que conlleva realizar una suerte de formateo de las prácticas docentes hacia un terreno muy poco explorado y conocido para no pocos de los miembros de nuestro claustro”, reconoce Guerrero, quien, no obstante, valora el esfuerzo realizado por todo el profesorado de este centro para ponerse al día. “En estos días ha sido ingente el esfuerzo de todos por formarse, con diferentes cursos para dotarse de los conocimientos suficientes para continuar la docencia en este nuevo contexto”, explica.

IPasen, Moodle o Classroom, son ahora herramientas básicas de trabajo en este estado de confinamiento en las que han tenido que ponerse al día a marchas forzadas –profesorado, alumnado y familias- para llevar a cabo a partir de ahora las clases, aunque es justo reconocer que ya algunos profesores, especialmente en secundaria, las usaban habitualmente en sus prácticas docentes.

Más difícil está resultando esta reconversión en el caso de la enseñanza primaria, donde en estas primeras semanas de confinamiento el WhatsApp o el correó electrónico han sido las fórmulas principales de comunicación del profesorado con las familias y el alumnado.    

“En nuestro centro se ha llevado a cabo por correo electrónico porque otros medios podían resultar muy dificultosos para determinados maestros que carecen de formación al respecto”, explica Pilar Martínez, directora del CEIP Tínar, quien también explica que cuando el profesorado ha sido consciente de la duración de la cuarentena ha buscado los cauces para de un modo u otro permanecer en contacto con las familias y el alumnado”.

En el caso del CEIP Abadía, su director, Gonzalo Sánchez, explica que las vías principales de contacto del profesorado con las familias son “Whatsapp y Classroom”, esta última, la herramienta gratuita de Google para gestión de clases virtuales, se hará mucho más generalizada a partir de este lunes en este centro educativo, que también ha puesto a disposición de la familias un teléfono y un correo electrónico. 

La vuelta presencial a las aulas sigue suspendida debido al estado de alarma por el Covid-19/ A.I.
La vuelta presencial a las aulas sigue suspendida debido al estado de alarma por el Covid-19/ A.I.

En cuanto a las materias y contenidos, los centros comenzarán a aplicar a partir del lunes 13 de abril la directriz marcada por la Consejería de Educación, que indica la necesidad de trabajar con todo el alumnado, avanzando en ciertos contenidos y adecuando las programaciones. “Desde el CEIP Abadía somos conscientes de que este avance debe ser muy parcelado y avanzaremos con dos premisas muy claras: ofrecer diversidad de contenidos al alumnado y que los contenidos avanzados se ciñan a áreas muy concretas”, explica Sánchez.

“Tenemos que ver la mejor forma de hacerlo porque muchas familias no pueden ayudar a sus hijos con las tareas escolares por falta de tiempo debido al trabajo o por falta de nivel académico, entre otras dificultades”, reconoce la directora del Tínar.

Brecha digital

Si la brecha digital ha sido difícil para el profesorado, en el caso de las familias es también un hándicap importante y los equipos docentes son conscientes de las dificultades que este modelo de enseñanza está suponiendo para las familias, primero, por la carga de trabajo que les supone y segundo, por la carestía de medios y recursos para conectarse.

“A lo largo de estas cuatro semanas de confinamiento he mantenido contacto con bastantes familias y ello me ha dado la oportunidad de comprobar el alto nivel de angustia y desesperación con el que están viviendo el día a día en muchos hogares. No ya sólo  por los roles que se han visto obligados a asumir en el marco de este nuevo proceso de enseñanza sino por las consecuencias dramáticas a que está abocando a muchas familias esta realidad”, explica el jefe de estudios del Aricel. 

A la deficiente competencia digital que el momento actual ha puesto al descubierto entre familias y alumnado, Guerrero aporta otro dato importante, la falta de recursos. “Es cierto que hoy en día en casi todos los hogares existe una conexión a internet y se cuenta con algún dispositivo para poder conectarse, pero la mayoría de las familias no adquirieron esos recursos para responder a una situación como la que vivimos ahora”, y tampoco, a su juicio, el móvil es la herramienta adecuada. “Con un móvil un alumno no puede conectarse todos los días a las clases que le imparte su profesorado, acceder a los apuntes, trabajarlos, estudiarlos, publicar comentarios, plantear dudas y llevar el día a día de su trabajo como estudiante, con un móvil no se puede mantener más que una relación muy provisional y de campaña de la actividad docente”, explica.

En esta falta de medios también coinciden los directores de los centros de primaria, lo que les ha llevado a echar mano de recursos propios e incluso pedir ayuda a la administración local para socorrer los casos más graves. “En algunos casos, con determinadas familias, que carecen de medios digitales para comunicarse, se ha intentado de forma telefónica y se están buscando los medios, a través del Ayuntamiento, para dotarlos de conexión a internet y el colegio les prestará un ordenador para el seguimiento de las tareas”, explica Pilar Martínez directora del CEIP Tínar.

En todos los centros educativos son constantes las reuniones mediante videoconferencia de los equipos directivos y de los equipos técnicos de coordinación pedagógica (ETCP) para valorar todas las dudas y aspectos que la nueva situación va desvelando. “Existe una buena coordinación, también con el Ayuntamiento, y por el momento, las familias no han mostrado descontento y todo está funcionando bastante bien, un vez salvados los primeros días de incertidumbre con esta nueva forma de enseñar a distancia”, señala Martínez.

Por su parte, el CEIP Abadía está realizando una encuesta entre sus 400 familias para conocer más detalles de las dificultades para las familias en este nuevo proceso de aprendizaje. “Los esfuerzos actuales del centro van encaminados a insertar al alumnado que pueda no estar recibiendo la atención educativa necesaria y a diseñar de una hoja de ruta lo más sensata posible y acorde a las circunstancias para planear aspectos como metodología y contenidos,” explica Gonzalo Sánchez, quien también reconoce que puede ser un momento idóneo para intentar centrarnos en el desarrollo de las capacidades verdaderamente importantes, entre ellas la autogestión de nuestro alumnado y la confianza en sí mismos y así se lo hemos transmitido a nuestra comunidad educativa”.

En cualquier caso y a pesar de las muchas dificultades, los equipos docentes reconocen que la respuesta de las familias está siendo muy positiva. “Tengo que reconocer  el enorme esfuerzo que está realizando la mayoría de las familias y el propio alumnado del centro para adaptarse a estas nuevas condiciones de docencia en el contexto de enorme incertidumbre por el que estamos pasando, asumiendo roles que hasta ahora la mayoría de los padres siempre había dejado en manos de los docentes, ayudando a sus hijos en tareas escolares mucho más que antes, familiarizándose con nuevos entornos educativos, respondiendo a determinadas necesidades que, por la distancia, los docentes no pueden satisfacer igual que antes y adaptándose, en definitiva, a un nuevo escenario educativo que para muchos no está resultando nada fácil”, resume Daniel Guerrero.

En el IES Aricel el tercer trimestre comenzará con las calificaciones de la segunda evaluación, que quedaron pendientes tras decretarse el estado de alarma. “Informaremos a las familias de las calificaciones de sus hijos el día 24 a través de iPasen, y mientras tanto el proceso de enseñanza y aprendizaje continuará de forma no presencial hasta que las autoridades determinen la vuelta a las aulas. Si no ocurriera, estamos preparados para poder finalizar el curso procurando el mayor desarrollo posible de la programación prevista por todos los departamentos para este tercer trimestre. Y en todo caso, y tras la oportuna evaluación del trabajo desarrollado en el contexto actual, estudiaremos la posibilidad de que el inicio del curso próximo contemple un período o una fase de adaptación, de repaso y de asentamiento de aquellos aprendizajes que se consideren necesarios por no haber tenido el tratamiento adecuado en este momento”, concluye Guerrero.

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