La Iglesia de Albolote fue el escenario del concierto 'Stabat Mater', una versión inédita del compositor barroco, Pergolesi
La obra sacra tuvo lugar dentro de las 'Segundas Jornadas sobre la vida, la muerte y el duelo'
Dentro de las ‘Segunda Jornadas de la vida, la muerte y el duelo’ que se celebran en Albolote con motivo del 1 y 2 de noviembre, Día de Todos los Santos y Día de los Difuntos, el Ayuntamiento de Albolote, el Cementerio municipal, la Parroquia y la Fundación Francisco Carvajal han elaborado un programa con diferentes actos entre los que se encuentra el concierto ‘Stabat Mater’, celebrado el pasado sábado 26 de octubre en la Iglesia de la Encarnación de Albolote.
La pieza es una secuencia con un profundo contenido teológico que tiene su origen en un poema franciscano del siglo XIII. La densidad lírica del texto es de tal magnitud que ha inspirado a más de 200 compositores a lo largo de la historia, que han puesto música a este texto.
La versión que se interpretó en la Iglesia de Albolote es la de Giovanni Battista Pergolesi, un autor del barroco tardío que compuso una de las obras más populares de todos los Stabat Mater, quizá porque su estilo barroco representa mejor que ninguno el dolor de la muerte.
La obra en principio fue compuesta para soprano, contralto y orquesta de cuerda. La que se ofreció en Albolote fue una original adaptación que muy pocas veces se ha ejecutado para cuarteto de viento y continuo.
El Stabat Mater de Pergolesi se compone de 12 números en los que se alternan las solistas con arias o dúos que el compositor supo conjugar con absoluta genialidad para expresar la letra de la poesía, una oda de dolor de una madre al perder a un hijo.
La interpretación de la obra contó con la dirección y continuo de Valentín Rejano; la soprano, Aurora Palomar y la mezzosoprano, Gala Orchells. Los vientos fueron interpretados por el grupo de la Banda Municipal de Música de Albolote Abopholium Ensemble, compuesto por Beatriz Peñarrubia a la flauta; Nuriel Aguilera en el fagot; David Pérez y Antonio Martínez a los clarinetes y Álvaro Peña y Antonio José Nievas, a los oboes.
En toda la pieza se perciben los contrastes propios del barroco y que de forma magistral el compositor supo plasmar con los elementos que maneja, en este caso, las dos voces femeninas (aguda y grave) y el conjunto instrumental. Lo hace alternando los tiempos, las intervenciones, las texturas, las armonías y las tonalidades. Sin duda alguna, fue un regalo para los oídos que gustan de los clásicos sacros.
En el concierto debutan los músicos que se han incorporado este curso a la agrupación musical
La organización asegura que anunciará próximamente la nueva fecha de celebración
