Francisco Carvajal Narváez, el alboloteño ilustre

Tras su reciente fallecimiento, recuperamos algunos testimonios de la entrevista que nos concedió con motivo de su centenario

Javier Milena  |  8 de mayo de 2019
Su estatua de la Plaza de España en la que alguien ha colocado unas flores por su reciente fallecimiento
Su estatua de la Plaza de España en la que alguien ha colocado unas flores por su reciente fallecimiento

Francisco Carvajal Narváez ha sido el alboloteño más ilustre de la reciente historia del municipio y casi con toda seguridad la persona que más ha contribuido, económicamente, al desarrollo cultural y social de la tierra que le vio nacer.  A pesar de verse obligado al exilio por sus ideales políticos, nunca olvidó a su pueblo, al contrario, siempre se consideró alboloteño.  

La última vez que tuve oportunidad de charlar con él fue en febrero de 2014, hacía tres meses que acababa de cumplir 100 años y el objetivo de aquella charla era hacer una entrevista-reportaje para nuestro periódico local con motivo de su 100 cumpleaños. Ya entonces demostró una gran lucidez y una fluidez verbal asombrosa para su edad, que le ha acompañado hasta sus últimos momentos. Falleció el pasado 29 de abril de 2019 a la edad de 105 años.

Recuerdo que fue una conversación muy interesante con una persona tranquila, serena y afable, que ha vivido mucho y que se sabe en el  final de una larga vida al que llega con la satisfacción del deber cumplido. Recuerdo también que antes de iniciar nuestra conversación vía telefónica - yo en Albolote y él en su casa de Guaynabo, (Puerto Rico)- me insistía en que es una persona humilde a la que incluso la da cierto pudor que le den mérito. “Soy un individuo normal, con mis principios ideológicos, que hago lo mejor que puedo cada día por el grupo, la sociedad y el ambiente en el que estoy viviendo”. También me rememoraba algunos recuerdos de su Albolote natal. “Allí pasé una juventud dichosa al lado de mi padre al cual adoraba”.  La suya, como la de casi todas las personas que viven una guerra, fue una vida dura y azarosa. A su padre lo mataron por ser un hombre liberal y él  sufrió persecución por motivos ideológicos durante la Guerra Civil y el régimen franquista.

Precisamente, esa persecución política le obligó a exiliarse a Puerto Rico donde hizo fortuna como industrial del sector textil con un entramado empresarial de seis factorías y más de 3.000 empleados. En los años 80 vendió sus empresas y dedicó la mayor parte de su fortuna a la filantropía y el mecenazgo a través de dos fundaciones, en Puerto Rico y Albolote. Para ello formalizó un fideicomiso por el que les legó la mayor parte de su patrimonio, o, dicho de otra manera, una corporación filantrópica libre de impuestos que maneja y administra las propiedades donadas por Carvajal. Según explicaba, “la fundación desarrolló esas propiedades que yo le di y ahora es dueña de un centro comercial con establecimientos de primera categoría y de ahí se recibe una renta que va a parar a las dos fundaciones. La de Puerto Rico recibe dos terceras partes y la de Albolote un tercio”. Se calcula que la renta que reciben ambas fundaciones es de varios millones de dólares al año.  “Devolver a la sociedad una parte importante de lo que me ha dado”, así resumía Carvajal el objetivo de su labor filantrópica.

Recuerdo que para satisfacer mi curiosidad y saber del futuro de sus fundaciones le preguntaba:

- ¿El futuro de la Fundación está asegurado el día que el fundador ya no esté?

- Por supuesto. Yo hace ya muchos años que dimití de mis cargos y estoy al margen para que la influencia del fundador se diluya y sea una institución que aprenda a manejarse sola. Es mi deseo que esto siga funcionando de por vida como hasta ahora o tal vez mejor. Cada vez nos encontramos con más gente que viene a aportar su colaboración y su trabajo para seguir adelante con la labor que prestamos.

- ¿El fideicomiso garantiza que la cesión que hizo a las fundaciones es para siempre?

-Eso es así. El fideicomiso no tiene más que una sola misión, administrar con los menos gastos y con el mayor provecho posible los bienes que tiene y el beneficio que obtiene cada año se reparte entre las fundaciones. Esas condiciones que establece el fundador están escritas y los administradores de la fundación están obligados a respetarlos de por vida, pasen 100, 200 o 300 años. Tienen que estar toda la vida cumpliendo la obra social que yo he querido que se haga.

-¿Qué le motivó a poner a disposición de sus fundaciones gran parte de su fortuna?

-No gran parte, prácticamente todo lo que tenía (me corrige). Estoy más que contento porque de otra forma me sentiría mal viviendo como un marqués en una sociedad donde hay hambre y necesidades. Francamente, me despreciaría a mí mismo. En ese sentido tengo claro que disfruto ver que el capital hecho se lo haya devuelto a la sociedad, porque el sistema que vivimos no es más que un sistema de explotación donde los más listos hacen dinero, pero una persona que no salga inteligente también es acreedora de que se le atienda y tenga sus servicios cubiertos.

Alboloteño ilustre

Francisco Carvajal Narváez -21 de noviembre de 1913, Albolote – 29 de abril de 2019, Guaynabo- fue el penúltimo de ocho hermanos. Todos en su casa pensaban que sería una niña a la que llamarían ‘Lucila’, pero cuando nació fue varón y de ahí le viene el sobrenombre de ‘Lucilo’, con el que siempre se le ha reconocido en su tierra natal. Su labor filantrópica y de apoyo al desarrollo social y cultural de su pueblo natal a través de la fundación que lleva su nombre le ha llevado a ser reconocido como el alboloteño más ilustre y acreedor de multitud de reconocimientos como el de Hijo Predilecto, entre otros. Una estatua con su imagen sentada en un banco de la plaza del pueblo es otro de los homenajes más recientes que le ha tributado su pueblo.

-¿Qué le parece la estatua que colocó el Ayuntamiento en la plaza sentado en un banco?

-Soy una persona humilde. Los honores y los reconocimientos me abruman y hasta cierto punto me resulta algo embarazoso. Yo no necesito eso porque lo que he hecho ha sido correspondiendo a mis sentimientos y el hacerlo me ha reportado un disfrute y no necesito reconocimiento. ¡Cuánto ser humano hay noble y bueno y nadie se ocupa de ellos y son seres humanos excepcionales! Entonces, que se vuelquen sobre mi lo agradezco, pero francamente no me hace muy feliz. Yo me vanaglorio de gustarme el trabajo y haber trabajado lo más que he podido y como he triunfado he hecho alguna obra y por eso soy feliz.

-Anarquista, republicano y ateo

-Son adjetivos que unidos a una larga lista de apelativos encajan a la perfección en el perfil de Francisco Carvajal Narváez. Él mismo nos recordaba que fue el anarquismo el que le llenó de humanidad y el que ha inspirado su modelo de vida. “Ahí es donde encontré que el único disfrute en la vida es el amor a la naturaleza, estar enamorado de tus amigos, de tu familia y explotar entre ellos la cantidad de dones y propiedades que tiene el ser humano”. Esa filosofía de vida es la que le empujó a compartir con la sociedad en la que se ha desenvuelto la mayor parte de su riqueza. Incluso, reconocía que la actual crisis económica también le ha afectado. “No soy tan rico como pudiera parecer”. “Me quedé con un poco para vivir bien en mi jubilación, pero con la crisis que tenemos aquí, que es mayor que la tenéis en España, el capital se me ha convertido en menos de una tercera parte de lo que consideraba necesario para vivir. Antes, del dinero que tenía hasta me sobraba y lo invertía en algo útil, pero ahora la crisis me ha reducido mucho, pero no me preocupa, la muerte la tengo pronta, nací desnudo y así quiero morir”.

Su mujer Agnes –Dora en inglés- y sus dos hijas, Tania y Lourdes, han sido sus otros grandes pilares e ilusiones en su longeva vida y le acompañaron hasta sus últimos momentos. “Me adoran y me cuidan y a ellas les sigo dando todo el cariño que puedo”,

En los días posteriores a su fallecimiento el Ayuntamiento de Albolote decretó tres días de luto oficial y unas flores junto a la estatua de la plaza recuerda su reciente fallecimiento. Parte de sus cenizas descansarán para siempre en la tumba de sus padres en el cementerio de Albolote, por expreso deseo del propio Carvajal. DEP

Noticias relacionadas
21/11/2024 | Javier Milena

Toni García ha ejercicio esa labor en los últimos 32 años y era uno de los operarios más veteranos del área de Obras y Servicios

04/11/2024 | Ester Leal

El párroco Local recordó a todas las personas que están sufriendo por las consecuencias del temporal en Valencia